Extraída d’ http://www.morguefile.com/archive/display/590341
Envidio la brevedad y claridad del post de una de la participantes del primer webinar del curso. Desearía tener esta capacidad para conseguir apuntar las conclusiones del primer tema. Necesito escribir lo que me provocó el vídeo, ejemplar exposición de Miguel Area.
Me sorprendre que el factor desencadenante del cambio de un modelo educativo transmisivo a uno más líquido sea la globalización y en cambio se ignore que la educación se debe adpatar a una sociedad democrática. Tal vez me pesa mi lectura actual, Desescolarizar la sociedad de Ivan Illich. Como afirma el pensador austríaco, el paradigma educativo de la mayoría de países se parece a pesar que las formas de gobierno sean distintas. Tanto da que sea dictatorial o democrático, republicano o monárquico, laico o confesional. Tal vez explicaría — o no—, la manía obsesiva de nuestras autoridades por las reformas educativas. Siguen el mismo esquema, expuesto en el vídeo: una educación industrializada cuya finalidad es facilitar mano de obra especializada.
Me parece que la transformación de una sociedad industrializada a una del conocimiento no es tan radical como se teme. Parafraseando al protagonista de la novela Il gatopardo:” Es necesario que todo cambie si queremos que todo siga igual”. Evolucionar para no cambiar. Seguimos propugnando un paradigma educativo elitista (culto). “Sólo los que se sepan adaptar a los nuevos tiempos sobrevivirán”. Sólo los que dispongan de tecnología podrán acceder a la información. Los que consigan desarrollar la competencia digital. Así, pues, los centros educativos pueden justificar y mantener su exclusividad formativa. Temo que intentar definir el ciudadano competente digitalmente no sea un intento más de aplicar el mito del represor que señaló Elizabeth Ellsworth. Construímos un discurso dominante perfilando un hipotético ser.
En consecuencia, la competencia digital tiene que formar parte de la vida del aula para que tantos los docentes como los alumnos participen de una sociedad democrática. Sepan buscar, filtrar, divulgar información. Entomen proyectos colaborativos para constituir una red. Sean receptivos al aprendizaje informal, mucho más eficiente, que proporciona la tecnología. Practiquen un pensamiento crítico y defienda una cultura abierta como exponente de una globalización ética. En definivita, la educación —con o sin tecnología— tiene que facilitar un desempoderamiento para que los alumnos sean capaces de desarrollar su autonomía.