Ayer, o bien esta madrugada, celebramos un #MOOCafé virtual entre Gabriela Chaparro (@gabyangostura) y Kisco Vázquez (@KiskoVazquez). La acordamos a propuesta de Kisko la semana pasada. Había preparado el acontecimiento para mantener la charla como hangout. Mientras esperaba que Gabriela llegase a casa, me llevé la primera sopresa: el micrófono no funcionaba. Probé con el mòvil. Gabriela no conseguía contactar. Intentamos a través de Skype. Imposible. Cuando iniciábamos la charla a través del chat, Kisko era el único asistente al acontecimiento de hangout. Mi mujer me observaba en silencio. Me veía deambular de la mesa del estudio (“Acá, Gabriela”) al dormitorio (“Ea, Chaume“) , dejándome las luces encendidas -¡qué manera de preparar el Día Mundial del Medio Ambiente!
Después de perder una hora para superar los problemas técnicos, pudimos charlar un rato. Presentamos brevemente nuestros proyectos. Gabriela es quien tiene más experiencia. Ya lo han adoptado en el sistema educativo argentino. Su proyecto implica las áreas de Ciencias Sociales (de la cual es profesora) y de Lengua. Aprovechan la celebración del Mundial de Fútbol para enmarcar los diferentes proyectos. El suyo pretende analizar la importancia de su país en el continente americano. Nos sorprendió que el Ministerio de Educación fomenta y distribuye actividades y orientaciones pedagógicas parar trabajar este evento deportivo en las aulas. Piensan publicar los resultados de la investigación en un blog. Kisco también es maestro de Primaria. Pretende que los alumnos editen podcasts sobre las actividades de Educación Física. Quiere que retransmitan radiofónicamente aspectos del currículo de esta área.
En cuanto a la metodología coincidimos que los proyectos proporcionan un ambiente de libertad en el aula y que contagia tanto el alumnado com al docente. Gabriela reconoció que motiva más a los niños. Fomenta un aprendizaje más significativo. En cambio, expresé las reticencias por parte de alumnado adulto. Les desconcierta este enfoque ya que se sienten dispersos y que pierden el tiempo.
Del curso, comentamos lo que más nos había gustado. Grabiela y Kisko estaban entusiasmado con el enfoque de la evalaución. Kisko, encantado con las rúbricas. Aquí provoqué —sí, soy rebelde porque el mundo me ha hecho así— cierta polémica. Expuse que continúamos centrándonos en resultados —perdón, en productos— finales y menospreciamos el proceso —tal vez porque carecemos de tradición e instrumentos—. Quizás sea mi alergia al carácter sumativo o calificativo. Les apunté las ideas de María Acaso. Tendremos que estar pendientes de la sesión que organizó.
¿Fue un verdadero placer y una gran tarea!